Capítulo 56 Tropezar de nuevo con la misma piedra
Simón condujo a Eleonor a la oficina de Carla. Él se anunció con la asistente, y esta hizo pasar a Eleonor. Simón la contemplo con pesar antes de retirarse.
Pensó que esta mujer no sería rival para Carla. Ya estaba nerviosa y aún no habían hablado, imagino como Carla trapearía el piso con ella.
Suspiro con desilusión. Así eran los ricos y poderosos. La única persona capaz de poner de rodillas a Carla, era Luca, y en este momento no estaba presente.
Eleonor tenía el corazón acelerado y la piel cubierta de sudor. No podía dejar de temblar. La conciencia le pesaba más que 1000 toneladas de plomo. despacio entro en la oficina de Carla, sus pasos lentos y pesados querían dirigirse en la dirección contraria.
La oficina de Carla era un reflejo de su personalidad: elegante, moderna y con una frialdad calculada que Eleonor sintió apenas cruzó el umbral.
Carla, con una elegancia innata, estaba sentada detrás de un imponente escritorio de cr