Agradecía que fuera de día, porque si me encontraba en estas calles de noche, lo más probable era que me diera un infarto. Había gente tirada en el suelo, algunos llevaban ropa sucia, otros, trajes elegantes. Pero tenían algo en común: Parecían borrachos.
Al intentar volver sobre mis pasos por quinta vez, terminé en una calle estrecha, desolada. No se escuchaba nada. Podía sentir mi corazón latiendo a toda velocidad, siendo consciente del peligro.
¿Qué parte de Niza era esta? Se veía horrible.
Seguí caminando, esperando salir de este lugar..
No entendía, ¿cómo me había perdido de esta manera tan estúpida?
Mejor dicho, ¿cómo me había equivocado con la dirección desde un principio?
Hice todo lo que me dijo y no logré conseguir el hotel. Ella se debió equivocar, no había otra respuesta.
La había llamado para no tener que recurrir a Alexander, pero había terminado peor que en un principio. No tenía opción… Tendría que llamar a Alexander.
Saqué el celular de la cartera y fue