¿Yo? ¿Esperando un bebé?
Negué con la cabeza.
No, no, me estaba mintiendo. Si sabía que los bebés se hacían mediante las relaciones sexuales, no era tan estúpida. Mi madre no me iba a dejar ir con otro hombre sin que estuviera informada lo máximo posible sobre lo que me podría pasar como esposa. Pero hasta ella misma me había dicho que para concebir me a mí, necesitaron varios intentos. Lo cual me sorprendió. Por la forma en la que me trataba mi padre, juraba que no me quería, que tal vez llegué como un accidente. Enterarme que me hubieran planificado, se sentía como una mentira.
Porque… Si tanto me quería tener, ¿por qué toda mi vida me trató como si fuera un error?
Sacudí la cabeza para apartar esos pensamientos. Mis prioridades eran otras en estos momentos.
—¡Es imposible que esté embarazada tan rápido! ¡No puedes saber eso así! —hablé con la poca convicción que me quedaba, mi mente si estaba comenzando a dudar de la realidad—. Para saber si realmente estoy embarazada d