-No creí que llegaras tan pronto -dijo Marián al tener al señor Braulio en frente.
-Aún estaba en el sector, aproveché a venir a tu casa para expresarte mis requerimientos, ¿puedo tomar asiento?
-Por supuesto –le hizo señas dirigiendo su mano hacia los muebles del corredor. Ella igualmente se sentó junto a él. Tomó su celular mientras comentaba- Podemos esperar a tener la presencia de Alberto. Él es el que maneja las cosas mejores que yo.
-Asumo que no será necesario –opinó el señor Braulio- Tu eres la hija de Leander, la propietaria de Empresas Bosques. Sé que si te casaste, tu esposo pasa a ser parte de tu compañía, pero tú sigues siendo la de la experiencia.
-Igual somos un equipo –insistió Marián con la pena por ocultarle la verdad, jamás apoyó a su padre ni terminó la carrera universitaria.
-Eso veo. De igual forma le comunicas lo que acordamos en nuestra reunión. Ando con prisa porque hoy viajaré a mi pueblo.
-‘‘igual Alberto no me responde. No irá a venir. Ese hombre me me