¿Qué haremos mañana? -Preguntó Marián cuando se acercaba al balcón agarrada de la mano de su esposo.
-¿Qué quieres hacer? ¿Ir a la playa? ¿A la isla? ¿A la montaña? ¿Comer afuera, ¿Ir a la piscina?
-No lo sé, sorprendeme -dijo Marián entusiasmada.-Bueno, lo pensaré. La mejor pregunta sería ¿qué haremos ahora? -Alberto la agarró por la cintura y se inclinó para besarla debajo de las estrellas, entre besos y caricias caminaron hacia la cama.
-¿Qué sucede? -Preguntó Marián al notar qué Alberto frenó su movimiento.
-Me preocupan estos documentos… -Él tomó la carpeta roja que tenía debajo de la almohada- Vienen a buscarlo mañana por la mañana, son muchas páginas, sé que te llevará tiempo leerlo así que…
-No te preocupes ¿Dónde firmo? -dijo Marián alcanzando el bolígrafo de la mesa de noche.
Alberto procedió a pasar las páginas y colocó la mano sobre la hoja señalando solo el cuadro del espacio de la firma.
-Firma aquí, aqu