Capítulo 73. Emboscada
— Entonces ya podemos irnos – menciona Sebastián pendiente de los ojos de su bella esposa — ¿ya tienen lo necesario? – hace la observación mientras Larissa baja de la camilla ya ataviada con una vestimenta poco formal.
— Si, claro estamos listas ¿Dr. Randall? – se despide la anciana renqueando un poco de su pierna derecha.
—Hasta luego mi querida Lorena, espero verlas pronto – le dedica una sonrisa de despedida melancólica a Larissa y esta sonríe de la misma manera, derretida por el medico que, la ayuda caballerosamente a llegar a la puerta —a ti también espero verte pronto, debes regresar en seis meses por el chequeo rutinario salvo que, se presente otra cosa además, me debes una cena – ella asiente sin poder mediar palabra con el hombre que le ha dedicado las palabras mas bellas que hubo escuchado jamás y el que le ha asegurado que ella es capaz de acabar con la enfermedad porque es una de las mujeres más fuertes que ha conocido.
A Larissa le cuesta un mundo despedirse del único hom