— ¡No Damián, no quiero hacer esto! – la mente del aludido queda en blanco frente a esa declaración.
— ¿El qué? – indaga sin saber que tanto le costará asimilar lo que le viene.
— ¡Esto! - - gime una lea ya vestida y con la respiración entrecortada — no puedo hacer esto porque no quiero acos… - se detiene de súbito cayendo en la cuenta que lo sucedido fue muy real e incluso tangible.
— ¡Lea! – intenta acercarse y se detiene, no desea asustarla más aunque él se encuentra bastante espantado por lo sentido y disfrutado antes —. Eso no… no volverá a pasar lo prometo, fue mi error – ella lo mira asintiendo con lágrimas en los ojos ya que ella no lo ve de ese modo —, no volverá a suceder nada como esto, solo nos apegaremos al plan ¿vale? – camina hacia atrás para tomar asiento como niño bueno en el sofá, traga saliva al borde del desespero por la negativa de ella.
— Es que no quiero ser parte de su… ella no es buena persona, lo presiento y si le pasa algo a alguno de mis tesoros no sé