Capítulo 72. Resaca y sobriedad
Damián despierta hecho polvo a causa de las dos botellas de licor que inconscientemente le echó a su estómago, siente el cuerpo pesado y dolorido por haber dormido en ese sofá en el que casi no cabe dado su gran tamaño. Los acontecimientos del día anterior llegan a su memoria como flashes de una película muda. El aterrizaje y su muy tembloroso cuerpo temiendo que su presencia fuese una intromisión en la vida de las mujeres que son la familia de Lea, la llegada a la mansión e incluso el chofer quien le parece muy familiar e ignora el porqué, todo llega tan rápido que su pobre cabeza duele como el infierno y al tratar de incorporarse el mareo casi lo lanza al vacío.
Es una mañana calurosa, o por lo menos eso es lo que le parece considerando que la camisa esta sudada y sus axilas también se encuentran mojadas completamente, cierra los ojos tratando de controlar el insistente vahído que experimenta al moverse. Se sienta acomodando la espalda derecha y gime porque es el sitio que mas ha su