—Serena, ese niño es tuyo. Te pertenece a ti y al heredero de la familia Maxwell, pero… el hombre que conociste hoy, Marcus Maxwell, el esposo de Rubí Gibson… En aquel entonces, para quedarse con la herencia familiar, no dudó en lastimarlos a todos.
Afortunadamente, supe por su padre que su madre los había enviado con unos parientes de la familia Brighton. Así fue como logramos salvarlos. Todos estos años hemos mantenido tu identidad en secreto por tu propia seguridad. Temía que, si Marcus llegaba a verte, tu vida volvería a estar en peligro. Así que… por suerte aún hay tiempo; no hemos llegado demasiado tarde.
Las palabras de Savannah dejaron a Serena completamente en shock.
—Madre… ¿qué está pasando exactamente? —preguntó Serena, incapaz de creer lo que oía.
Savannah sacó una caja que ya tenía preparada a su lado y dijo:
—Aquí hay algunas fotografías y pruebas de lo que ocurrió en aquel entonces. Míralas. Las cosas eran muy complicadas; todo sucedió así…
No fue sino hasta bien entra