—¿Qué es esto? —preguntó.
Rubí explicó:
—Es el diario de Kobe Labaye, campeón de Peace Elite. Su compañía está colaborando con la familia Maxwell para desarrollar un nuevo juego, y parece que Kobe es el portavoz. Le pedí algunos consejos y me dio esto. Como no me gustan los videojuegos, pensé en dárselo a Leonardo.
Así fue. Aunque a Tobías no le encantaba el método, si podía motivar a su hijo, no veía nada malo en ello.
—Me voy a mi habitación. Llámenme cuando sea la cena —dijo Leonardo, llevándose el diario como un tesoro.
Rubí lo llamó desde atrás:
—Recuerda nuestra apuesta. ¡No puedes copiar el diario ni jugar si no terminas tus tareas!
—No lo haré. Solo espera y verás —respondió entrando a su habitación sin mirar atrás.
¿Cómo iba a seguir recordando a Zoey después de eso?
Zoey estaba furiosa y cada vez le resultaba más difícil tratar con Rubí.
El grupo bajó a tomar el té de la tarde. Después de comer, terminaron de ordenar la habitación del tercer piso. Rubí descansó un rato y, tr