67 - Pensé que no vendrías, Dani.
La sangre me hervía y lo único que deseaba tanto en este preciso momento era volarle la cabeza con un solo disparo, pero en el fondo sabía que no era lo correcto.
— Dani, debes calmarte — susurró Saúl detrás de mí.
— Si yo fuera ella, ya hubiese presionado el gatillo. — Estoy segura que Saúl le dio una mirada de advertencia —. ¡¿Qué?! Habló de su madre. No puedes ser tan cobarde y hablar de alguien que no puede defenderse.
— Dale pequeña, presiona el gatillo — dijo —. Sé que no te atreverás porque eres igual que ella.
— ¿Letal?
— Cobarde — Sonreí y aquello lo desconcertó.
Un recuerdo fugaz invadió mi mente de ella hablando conmigo. Una lágrima se escapó de mis ojos.
— No es cobardía, es respeto — respondí —. No mataré al hombre que mi madre amaba y por el cual me iba a dejar aquí.
Aquello lo desconcertó, dejándolo congelado en su sitio. No me quedaría a esperar a que dijera algo, porque yo tenía que salvar a mi hombre, a mi novio, a mi prometido. No sabía las condiciones en la que est