OSCURIDAD EN EL CORAZÓN. Capítulo 27: Un hombre arrepentido
MARÍA MURILLO
Entré corriendo a la casa, buscando a mi bebé por todas partes cuando llegué a la sala, donde se encontraban Paula y Celeste con mi pequeño Santiago entre sus brazos, arrullándolo con ternura.
—Mira, Santi, tu madre desnaturalizada por fin regresó —dijo Celeste haciéndole caras a mi bebé y provocando sus carcajadas.
—Perdón por tardar tanto —contesté estirando mis brazos para recibir a mi hijo.
—¿Dónde estabas? Zarco ya estaba a punto de ir a buscarte… Las cosas no son tan sencillas como para que simplemente desaparezcas sin avisar.
—Lo siento, no quise… ¿preocuparte? —Era tan extraño tener esa clase de conversación con Celeste.
—Mañana veremos a Isabella y… supongo que planearemos algo —dijo claramente cansada. No era la única afectada por el viaje y me preocupaban sus gemelos.
—Deberías de ir a descansar, por los bebés. Fue un viaje agotador.
—Supongo… —Se levantó y se estiró—, pero quisiera esperar a Zarco y…
De pronto guardó silencio y palideció, como si tuvie