Isabella De León una dulce chica de tan solo 18 años, sintiendo que su vida se cae a pedazos, con la empresa de su padre en quiebra y él en la cárcel, desesperada busca una manera de poder ayudar, pero cae en una trampa y termina siendo denudada y obligada a subastar su primera noche. En ese momento François Meyers un magnate muy poderoso, apenas la ve queda totalmente enamorado de ella por el parecido con su difunta esposa y decide comprarla, para que ningún otro hombre pueda tocarla y ella después de ser salvada se ofrece a pagarle de otra manera siempre y cuando no tenga que acostarse con él. François al ver esta oportunidad, le ofrece que se case con él por medio de un contrato que solo durará seis meses, de esta manera ella le pagará su deuda y él espera poder enamorarla en este tiempo y que ella decida quedarse a su lado por su propia voluntad cuando el contrato termine. Isabella queriendo pagar su deuda acepta, sumergiéndose en un matrimonio lleno de mentiras de ambas partes, pero en el que también comenzarán a surgir algunos sentimientos, pero nada es tan simple y tendrán personas al acecho que solo buscarán destruirlos. ¿Podrá surgir el amor entre un matrimonio lleno de mentiras? ¿Podrán superar las dificultades? ¿Isabella querrá quedarse a su lado después de enterarse de la verdadera razón por la que él se casó con ella?
Leer más— ¡Pase, adelante!
Isabella agarró el CV con sus manos un poco temblorosas, el papel aún está caliente, estaba recién impreso y ella estaba muy nerviosa por dentro, era su primera entrevista. Quería conseguir el trabajo, necesitaba esta oportunidad desesperadamente porque era muy importante para salvar a su padre y tenía que conseguir dinero cuánto antes.Pero, irónicamente, nada de la experiencia laboral que figuraba en ese papel era real, salvo su nombre, porque incluso su edad era falsa. Excepto por su fluidez en inglés y francés.Este trozo de papel era, más o menos, la mayor mentira que había dicho en su vida. Había encontrado la oportunidad de trabajo bien remunerado en un sitio web de servicios hoteleros. Era una oferta especial y urgente, no la había podido desaprovechar, por eso se apresuró a venir sin importarle nada más.— Hola Sr Ramírez, este es mi currículum. El puesto para el que me entrevisto es de personal temporal para el vestíbulo de banquetes.Los ojos del entrevistador soltaron una mirada codiciosa al contemplar el rostro aniñado de Isabella, todavía con grasa de bebé y mejillas sonrojadas, nada propio de una mujer trabajadora de veintitantos años, sino más bien de una niña de dieciocho.— ¿Tienes 24 años de edad? Pero pareces muy joven. — La otra parte la miró con suspicacia y preguntó.Los latidos del corazón de Isabella se aceleraron de inmediato, apretó los labios, evitó los ojos del hombre y contestó:— Como puede ver, señor. No juzgue mi edad por mi aspecto ni presuponga como soy realmente en mi trabajo, puedo parecer joven, pero efectivamente tengo 24 años y le aseguro que estoy capacitada para este trabajo. — Declaró ella con firmeza.Isabella mostraba una actitud seria, esperando que con esto el entrevistador no tuviera más dudas.Sólo tenía 18 años y acababan de ofrecerle una plaza en el programa de diseño de la mejor universidad local, pero en este momento ni siquiera podía permitirse pagar la matrícula, y aún le entristecía pensarlo. Sin embargo, no podía darle demasiada importancia a esto, porque se encuentra en una situación muy difícil, hace unos días su padre quebró y ahora está en la cárcel, y su casa ha sido embargada por el banco, así que no puede volver.¿Cómo es que Isabella siendo tan joven y tiene que ser responsable de algo más que de su matrícula universitaria? Ni siquiera es algo a lo que ella deba dar prioridad, pero no tiene más opciones en este momento, debe ayudar a su padre.— Es horario de trabajo, desde las 17:00 de la víspera hasta las 8:00 de la mañana siguiente, y su tarea consiste en recibir a personalidades en el vestíbulo, seguir las instrucciones de su supervisor, dirigir reuniones o acompañar traducciones para nuestro cliente especial, Sr. Meyers. El famoso mecenas de artistas y magnate financiero, él suele hablar francés. — Explicó el entrevistador al ver su firmeza e Isabella asintió.Esto es exactamente lo que se le da bien a ella, le gusta leer libros sobre diseño y arte, así que se le dan muy bien el francés y el italiano. El padre de Isabella también apoyaba mucho en el estudio de su hija, nunca escatimó con su hija, así que fue bien educada.El entrevistador comprobó las habilidades lingüísticas y de traducción de Isabella y asintió satisfecho al ver que el puesto estaba al alcance de Isabella.
— Además, tendrá que firmar un acuerdo de confidencialidad. Debido a que este banquete implica algunas partes secretas, como la entrega de premios y la subasta, todos los empleados, tienen que firmar un acuerdo de confidencialidad, incluyendo este proceso de entrevista que usted necesita para mantener todo el proceso confidencial.
— Está bien, no hay ningún problema. Accedió ella y luego de leer el contrato no encontró nada inusual, y lo firmó sin dudarlo.— Enhorabuena señorita Isabella, entonces la veré mañana por la tarde a las 17:00hrs en la Mansión.Isabella abandonó el lugar de la entrevista y nada más salir por la puerta soltó un largo suspiro de alivio, por fin podía hacer algo por la familia. Sólo han pasado unos días desde que su padre ingresó en prisión.Recordó lo que Ana le había reprochado durante el desayuno:— Todo el mundo está recaudando y pidiendo dinero prestado para el pleito de tu padre que está en la cárcel, ¡y la secretaria de tu padre, Sonia, lleva días viniendo a casa todos los días a altas horas de la noche! ¡Ya has visto lo que ha hecho por tu padre! Y tú eres la única que sigue en casa como una señorita a la que no le ha pasado nada. Ahora las cosas han cambiado, ya no eres una señora rica.!
Isabella comprende que, a pesar de sus duras palabras, la mujer tiene razón en lo que dice. Por ese motivo ella empezó a buscar un trabajo, ella debe contribuir, ya nada es como antes, ahora a pesar de tener la ayuda de Sonia, se siente prácticamente sola sin su padre para protegerla, pero no debe rendirse, debe seguir luchando por el bien de su padre, eso es lo que en su mente se repite constantemente. Aunque abandonar la universidad no es la mejor opción para ella, desde que su padre fue a la cárcel, le embargaron la casa y casi duerme en la calle, ya había llamado a sus tíos, tías y hasta a sus primos, pero todos le colgaron con la excusa de que no tenían dinero para prestarle, y los socios antiguos de su padre simplemente le cortaron el teléfono, dejándola sin salida.Sonia era la única persona que está a su lado desde que los policías se llevaron a su padre. Ella es la secretaria de su padre, y su novia también, vivían juntos durante años.Afortunadamente Sonia no se vio afectada por el caso de su padre, por lo que podría simplemente renunciar y luego llevarse únicamente a su hijo Oscar. Pero Isabella descubrió que Sonia se quedó con ella y a pesar de que Isabella ya no tenía dinero, Sonia decidió cuidar de ella.La llevó a casa de su mejor amiga Ana para que Isabella tenga un lugar donde quedarse durante un tiempo.De repente, el teléfono de Isabella sonó, sacándola de sus pensamientos y al contestar se dió cuenta de que era Oscar, el hijo de Sonia de 9 años de edad la llama de vuelta.Encendió la pantalla solo para descubrir que Sonia y Oscar la llamaron varias veces y ella no los oyó porque tenía el teléfono silenciado.Aunque Sonia no es la madrastra de Isabella, Oscar fue llevado a vivir con la familia de Isabella a una edad temprana con la aprobación tácita de su padre, y su relación es muy parecida a la de hermanos, los dos se quieren mucho.— Isa, mi mamá te ha buscado por todas partes y no te encuentra. ¿Dónde has estado? — Preguntó él al otro lado con su voz llena de preocupación.— Salí a pasear un momento por la calle, estuve dos días sin salir en casa de la tía Ana.— Eso está bien, mi mamá temía que dejaras de ir a la universidad porque estabas demasiado preocupada, así que es bueno que estés bien.— No te preocupes por mí, ¿cómo va tu clase de competencia? Lo siento, pero esta es la última vez que el profe Tomas estará aquí porque ni siquiera podemos permitirnos pagar un tutor en estos momentos. — Respondió Isabella mientras decidía mantener en secreto por ahora el hecho de que había encontrado un trabajo.Oscar era un chico brillante que se estaba preparando para una competición nacional de matemáticas, por lo que de vez en cuando necesitaba contratar a un tutor y fue gracias a ello que Isabella conoció a Tomas Lewis, un joven tutor que le había gustado discretamente durante unos meses, el único pequeño problema era que el joven provenía de una familia normal, lo que no le gustaba a su padre.— ¡Tomas dijo que me iría bien, que sacaría buena nota! Ya ha terminado de darme clases. Pero se quedó y quería verte, quería hablar contigo.Isabella guardó silencio al otro lado del teléfono durante dos segundos, después de todo lo que le había pasado a su familia, por mucho que le gustara, no podía regodearse en el amor.— Deja que el señor profe regrese, lo invitaré a cenar la próxima vez si hay oportunidad, ahora no puedo regresar por un tiempo. — Isabella mintió de nuevo.— ¿Dónde has estado? — Preguntó él niño desconcertado.— Shhh!!, no se lo digas a Sonia y Ana, tengo un trabajo temporal, es mañana.— ¿Qué? Pero mi mamá dijo que ella resolvería tus gastos universitarios y el dinero de la demanda del tío. ¡No tienes que trabajar! — Le recordó él alzando un poco la voz.— ¡Shhh! ¡Guarda mi secreto! ¡Oscar! ¡Cuando consiga el dinero, te llevare al parque Tierra de los Dinosaurios. — Prometió ella para convencerlo de que mantuviera su secreto oculto y el niño finalmente accedió.Una hora más tarde Isabella llegó a casa, Sonia había vuelto hoy temprano de forma bastante inesperada y durante la cena, Ana, la bocazas, no dejaba de decir cosas desagradables para burlarse de Isabella, a pesar de que Sonia seguía haciéndole señas para que guardara silencio, pero ella no le hizo caso en absoluto a los recordatorios de Sonia y siguió molestando a Isabella.— Escuché a Óscar decir que Isabella ha salido hoy de compras, de verdad que las chicas jóvenes sólo tienen el lujo del ocio. Aunque yo tuviera 15 años menos no habría tenido esa oportunidad, por aquel entonces trabajaba en un restaurante, y recuerdo cuando algún maldito mocoso aprovechaba para echarme salsa de tomate en el delantal, ¿qué podía hacer? Sólo tenía que aguantarme para no quejarme y aún sigo trabajando.Isabella no pudo escuchar más y, con un intento desesperado de contener la expresión de su cara, se dirigió de nuevo a la habitación sin mirar atrás. Era difícil tener que aguantar constantemente que Ana solo se burlara de ella y la hiciera sentir realmente incomoda por no poder contribuir cuando ella de verdad quería ayudar, solo que se le había hecho difícil, todo lo que pasó había sido un gran shock para ella y se sentía terrible por su padre.Oscar la siguió y se puso de pie.— ¡Tía Ana, no te metas con Isa! Si yo fuera ese mocoso, te pondría toda la botella de salsa picante en la cabeza, porque hablas demasiado. — Espetó Oscar molesto.Isabella derramó una lágrima obstinada y rápidamente volvió a la habitación y cerró la puerta. A veces se odia de verdad por ser tan incompetente y no poder hacer más por ayudar a su familia. Siempre ha sido una princesita tan protegida por su padre que ni siquiera ante el ataque de Ana pudo refutarla de frente, pero esta vez está decidida a hacer un buen trabajo en su empleo temporal de mañana y después de conseguir el dinero, abandonará este lugar inmediatamente. Ahora debe empezar a aprender a ser independiente, a protegerse y a proteger a la familia que ama.— Isabella, ¿estás bien? — Cuestionó Sonia con su voz llena de preocupación.— Estoy bien Tía Sonia, solo estoy… Un poco cansada, quiero descansar ahora. — Respondió Isabella abatida, intentando contener la angustia y el dolor en su corazón.— ¿Estás realmente bien? Me preocupo por ti. Le pregunté al compañero de universidad de tu padre y aceptó prestarnos una suma de dinero, pero tendríamos que esperar hasta que cobré el salario este mes, y luego nos iremos de aquí. — Suspiró Sonia.— Está bien, no te preocupes, solo quiero descansar. — Le dijo Isabella para tranquilizarla y Sonia finalmente se alejó de la puerta.Isabella sabía que Sonia siempre ha intentado tratarla bien, pero ella nunca podrá reemplazar a su madre, por lo que su padre se negó a volver a casar para proteger a Isabella. Esta fue una de las razones por las que Ana no está satisfecha con ella y aprovecha ese tiempo para hacer justicia a su mejor amiga Sonia.Pensando en todo esto, Isabella se quedó dormida sosteniendo la "Historia del Arte Europeo" prestada de la biblioteca y en su sueño ingresó nuevamente a la universidad de sus sueños.Pero lo que no sabe es que la persona que conocerá cambiará el rumbo de su vida.Habían tardado unos cuantos meses para casarse porque querían esperar primero el juicio por la muerte del padre de Isabella y además también se habían retrasado por el intento de secuestro de Óscar, ya que algunos familiares del niño habían intentado llevárselo para hacerle daño debido a que deseaban quedarse con lo que a él debería pertenecerle, pero la señora Ortega, la esposa de su difunto padre biológico lo salvó dando su vida y él se había convertido en el heredero de una fortuna, aunque le estaba costando a él y a su madre asimilar todo, estaban adaptándose a su nueva vida y una vez que las personas que intentaron dañarlo fueron atrapados y los tíos de Isabella fueron condenados, todo comenzaba a tomar su curso. Entonces se empezó a preparar la boda de los sueños de Isabella y todo era justo como lo había soñado, a excepción de que no tenía a sus padres acompañándola, pero sabía que ellos en este momento debían estar felices por ella, porque ahora ella formaría su propia famili
— Quiero darte la noticia que tus tíos ya están en la cárcel, esperando el juicio por lo que hicieron, ellos son los culpables de la muerte de tu padre y lo que pasó con la empresa, pero te aseguró que pasaran el resto de sus días tras las rejas. — Dijo Meyers, no quería dañar el ambiente haciendo que ella se pusiera triste al mencionar la muerte de su papá, pero tenía que decirle esto, ella necesitaba saber que por fin se había hecho justicia para estar más tranquila. Para dejar atrás todo ese pasado triste y concentrarse en el presente y futuro en los que sería muy feliz, él se encargaría de que en su presente y futuro solo tuviera felicidad. Isabella al escucharlo se quedó conmocionada por un momento antes de que sus ojos volvieran a cristalizarse, al sentir que un enorme peso que no sabía que tenía en su corazón desaparecía, haciendo que pudiera respirar con más facilidad al saber que su padre por fin obtendría justicia. Que los que le hicieron daño pagarían finalmente. «Papá,
Habían pasado unos cuantos días en los cuales la pareja y los niños estaban siendo muy felices, Meyers no dejaba de consentirlos e incluso se había tomado unos días libres para pasar todo el tiempo posible junto a su hermosa familia. Hoy por fin le podría dar un regalo a Isabella que se había retrasado mucho y para eso había planeado llevarla a un precioso restaurante. Sonia se quedaría al cuidado de los niños. — ¿Estás lista princesa? — le preguntó Meyers sonriendo, mirándola completamente hipnotizado por su belleza. — Si, vamos. — Respondió Isabella con una sonrisa, amaba cenar con los niños, pero también quería pasar una noche romántica a solas con él. — Te ves increíblemente hermosa. — La elogió y las mejillas de ella se inmediato se ruborizaron. — Gracias, tú también estás muy guapo. — Susurró Isabella y Meyers sonrió antes de darle un beso en la mejilla. Después de que salieron de la habitación, Isabella se despidió de sus bebés, dándole un beso en frente a cada uno y lueg
A pesar de que Meyers no quería separarse de Isabella y los niños tuvo que hacerlo, porque ahora que había recordado todo, sabía que la muerte del padre de ella había quedado impune y además él había enviado a su antiguo asistente a comprarles esa empresa a los tíos de ella, así que esto debería estar en su poder, necesitaba averiguarlo porque quería dársela de regalo a Isabella. Otra cosa que le preocupaba bastante era la muerte de su antiguo asistente, ahora que podía recordarlo se sentía mal por él y estaba seguro de que su muerte definitivamente no había sido un suicidio si no un asesinato, probablemente el culpable de esto era Daniel y ya no podía pagar por lo que hizo, ahora lo único que podía hacer era recompensar a la familia. Cuando llegó a la oficina de inmediato comenzó a buscar si aún mantenía está empresa entre sus propiedades y si lo estaba, aunque esté tiempo no la había tomado en cuenta y no había invertido en ella para que volviese a retomar sus operaciones. Afortun
La mente de Meyers se llenó de recuerdos, los de toda una década, como una especie de película muy rapida y él se separó del beso tomando su cabeza entre sus manos conmocionado, porque era demasiado y su cabeza empezó a doler e Isabella lo miraba preocupada, preguntándole que estaba sucediendo, sin obtener ninguna respuesta de su parte, estaba muy sumergido en todos esos recuerdos, intentando ordenarlos, pero cuando él recordó lo último antes del accidente, cuando llegó a casa y no la encontró, viendo que solo había el acuerdo de divorcio, sintiendo de inmediato como el miedo a perderla lo inundó y su corazón se llenó de ansiedad y la abrazó fuertemente. — Está vez no puedes irte de mi lado, no puedes dejarme otra vez. — Espetó ansioso abrazándola, al volver sus recuerdos también lo que sintió en ese momento en el que ella se fue y ya no quería volver a sentirse de ese modo nunca más. Ya había pasado dos años sin ella, no podía estar mucho tiempo más, la quería por siempre a su lado
Meyers esquivó su golpe ágilmente y le dio un puñetazo en la cara, que descolocó a Daniel, aunque este último estaba dando lo mejor de sí, prácticamente luchando por su vida y era muy bueno peleando, no era rival para Meyers, que parecía una auténtica máquina de pelea. Meyers estaba furioso, buscando desquitarse por todo lo que pasó, por perderse el nacimiento de sus hijos, por no poder estar con Isabella y por lo que ella había tenido que sufrir, porque sabía que ese tiempo en el que estuvieron lejos, ella la había pasado mal. Cuando Daniel cayó al suelo después de recibir el último golpe de Meyers, su boca estaba sangrando y todo su rostro estaba muy lastimado. — Perdiste una vez más, ahora debes asumir tu castigo. — Espetó Meyers con una sonrisa, él también estaba lastimado, pero no como Daniel. — François yo soy tu primo, no puedes hacerme esto.— Dijo Daniel con dificultad sin poderse levantar, totalmente adolorido. — Debiste pensar en eso antes de hacer todo lo que me hicist
Último capítulo