JAKE
Suspiré al entrar después de un largo día de trabajo. Era la cena que inicialmente había olvidado hasta que Claire decidió aparecer en mi vida y me la recordó.
Entré en el comedor y el aroma familiar y la realidad me impactaron de inmediato. Era la primera cena familiar a la que asistía desde que mamá murió, y el ambiente se sentía... extraño.
Claire ya estaba sentada, con sus dedos bien cuidados tamborileando impacientemente sobre el mantel. Papá estaba sentado a la cabecera de la mesa, con una expresión indescifrable y la corbata ligeramente aflojada. El único sonido que se oía era el de los cubiertos, y luego el silencio entre nosotros, cargado de palabras no dichas.
«Jake», dijo papá finalmente, con voz baja y algo autoritaria, lo que no me gustó nada.
«Me alegro de que estés aquí», dijo.
Asentí con la cabeza y me senté en mi sitio. «Alegro» no era la palabra adecuada. Estaba allí solo porque había decidido hacer caso a Claire y también para honrar el ritual, ya que era l