El CEO guardó silencio por varios segundos, ante aquella incómoda pregunta.

La mirada incisiva del médico lo obligó a contestar su terrible realidad.

—Ella… se ha marchado. —contestó.

El hombre se quitó los espejuelos, los limpió con su pañuelo y luego negó con su cabeza.

—Es lamentable que eso haya ocurrido. Pero tiene que buscar una alternativa. —agregó— Hay algunas clínicas donde existen bancos de leche para aquellos bebés que tienen algún problema para ser amamantados directamente por sus madres. Le sugiero que considere esta alternativa por lo menos por el bienestar físico del niño.

—Eso haré, doctor. Gracias por la información, desconocía ese tipo de cosas.

—Para eso estamos, Sr Whote. —dijo el hombre estrechando la mano de éste.

—¿Hay algún medicamento que deba darle? —preguntó Ethan.

—Ya le he suministrado un antiespasmódico pediátrico que lo aliviará un poco el malestar. Y como le dije, el bebé debe recibir la leche materna para evitar enfermedades posteriores —