Ethan llegó exhausto a la mansión. Aquella tarde no se detuvo ni un momento para almorzar; las horas se le fueron en una reunión con los jefes de departamento, discutiendo el plan estratégico para levantar las ventas en el mercado. Desde que Jane lo abandonó, su mundo personal y profesional se había tambaleado. Su ánimo se quebró, y con él, también algunas de sus decisiones. Ahora no le quedaba más remedio que implementar una estrategia sólida para recuperar terreno, no solo en el mercado, sino también en sus inversiones paralelas.

Subió directo a su habitación. Aflojó la corbata con un suspiro, se dejó caer sobre la cama unos segundos y luego se dio una ducha larga, intentando apartar de su mente el peso del día. Al bajar a cenar, Jazmín lo esperaba en el comedor.

Mientras compartían la cena, Ethan dejó escapar la noticia que le había estado taladrando la cabeza desde la tarde:

—Recibí una citación a tribunales por la custodia de Oliver, Alicia me acusa de negligencia.

Jazmín lo