Mundo de ficçãoIniciar sessãoLos días siguieron su curso habitual y desde nuestro reencuentro, la relación se afianzó mucho más. Resultaba extraño todo lo que él me hacía sentir, pero aún más maravilloso lo que su mirada expresaba, aunque su boca era incapaz de admitir.
Después de la tremenda pena que pasé en la residencia estudiantil al aguantar risitas de los jóvenes que fácilmente, intuían lo ocurrido entre nosotros; intenté convencer a Kevin de mudarse a un departamento para él. En realidad, durante varios días le mostré lugares mucho más privados, ofrecí ayudarlo con la renta y aunque casi se le salieron los ojos ante mis propuestas, de hecho, vi en ellos al chico materialista deseoso por aceptar; siempre negó con la cabeza, después de dudarlo bastante. —No quiero aprovecharme de ti —me dijo con convicción, aunque






