Marina suspira profundamente, dudando antes de responder a la pregunta provocativa de Andressa. Su mente trabaja en un torbellino de pensamientos mientras intenta encontrar las palabras correctas.

—¿Qué pregunta tan fuera de lugar? Tú sabes que me gusta Sávio desde hace mucho tiempo —responde, intentando parecer firme, aunque la inseguridad se nota en su voz.

Andressa arquea una ceja, y una sonrisa aparece en sus labios.

—¿Y decidiste darle una oportunidad recién ahora? ¿Después de pasar una semana a los besos con tu jefe? —provoca, con el inconfundible tono de burla.

—¡Habla bajo, Andressa! —pide Marina, mirando hacia la puerta con miedo de que alguien en su casa oyera la conversación.

Andressa suelta una risita, notando el nerviosismo de Marina.

—Decidí aceptar porque Sávio me demostró que me ama de verdad. Vi lo dispuesto que está a cambiar de vida del mismo modo que yo quiero cambiar —afirma, con un brillo en los ojos.

Andressa se acerca a su amiga, le toma la mano con firmeza y l