Mientras Sergio vivía su confusión, de querer y no aceptar lo que sentía por Nohelia, demostraba rencor hacia ella pero en su interior, anhelaba volver a verla, y sería a través de su pequeña que empezaría el nuevo camino a ella.
Los días seguían pasando.
Nohelia continuó con su vida, tratando de olvidar a Sergio, lo último que supo de él era que había ido a buscar a Julianne.
Su corazón dolió pero lo aceptó, ahora estaba ahí preparando el viaje para por fin visitar a su madre.
—Mami, ¿Tengo primos? —preguntaba muy emocionada Arielle.
—No mi amor, no tengo hermanos, solamente soy yo.
—Entonces vamos pronto a ver a la abuela, debe está solita.
—Mi reina y mi princesa, todo listo para el viaje, solo faltan ustedes. —anunció Nikolay, cogiendo en brazos a la pequeña.
—¡Yupii! vamos a ver a mi nueva abuela. —expresó con mucha alegría y dando brincos emocionada.
Nohelia salió junto a Nikolay que llevó a Arielle en brazos al auto y una llamada le llamó la atención.
—Dime padre. ¿Que se te of