Hannah sonrió y negó con la cabeza. Nunca podía predecir con qué iba a salir Hunter. Él siempre encontraba la forma de arrancarle una risa y, de algún modo, hacía que sus días en el set fueran más llevaderos.
Aunque los rumores sobre ella habían perdido fuerza, no habían desaparecido del todo, y había días que sentía que no podía más, pero aun no se había dejado vencer y no lo haría. Le habría encantado decirles un par de verdades a sus detractores, pero sabía que solo empeoraría el ambiente. Así que fingía no oírlos, como si ni siquiera existieran.
—Pueden tomarse un descanso —indicó el director.
Hannah asintió y, junto a Hunter, comenzó a caminar hacia el área de comidas. Claire se interpuso de pronto en su camino, plantándose frente a ellos con esa sonrisa demasiado dulce que, a veces, sentía que solo ella se daba cuenta que era una farsa. Hannah la miró con hartazgo, esperando que no se hubiera acercado para soltar alguno de sus comentarios envenenados. Claire tenía un repertorio