Piper tardó un momento en recuperar el aliento. Abrió los ojos y se encontró con Colton frente a ella, observándola con una sonrisa satisfecha. Levantó la cabeza y fue al encuentro de sus labios.
—Es mi turno —susurró sobre su boca, usando las manos para empujarlo suavemente hacia atrás.
Colton retrocedió sin oponer resistencia y se puso de pie. Piper se sentó y luego se acomodó sobre sus rodillas frente a él. Llevó las manos hasta el cinturón del pantalón, lo aflojó y bajó el cierre del pantalón. La prenda cayó al suelo junto con el bóxer, y él dio un paso al costado para liberarse de ellos, sin apartar la mirada de ella.
—Siéntate —ordenó Piper.
Nunca se había sentido tan segura de sí misma, pero había algo en la forma en que Colton la miraba —ese deseo abrasador, apenas contenido— que le daba una confianza inesperada y la instaba a ser más atrevida.
Él se acomodó en el sofá. Piper llevó las manos a su miembro y comenzó a acariciarlo con cautela. No tenía demasiada experiencia dan