Por Gonzalo
Llegó navidad y decidimos pasarla todos juntos en mi casa, es decir en la casa donde vivían mis hijos, la pasaríamos en familia con mi abuelo, mi padre y su esposa y eso es maravilloso.
Mis hijos estaban felices.
Sofía es hermosa, vivaracha, me reconocía y me seguía.
Matías de a poco me estaba volviendo a tener confianza.
Era mucho más de lo que me merecía, lo sé.
Ayudé a decorar la casa con motivos navideños, como cuando estábamos juntos y éramos felices.
Parecíamos un matrimonio verdadero.
Eli siempre me da mi lugar como padre, delante de mis hijos.
Llenamos de regalos a Sofía y a Matías.
Mati creía en Papá Noel y era una delicia ver su carita cuando lo esperaba y mucho más cuando vio todos los regalos.
Fue realmente armoniosa la cena y sé que se lo debo a Eli, que siempre antepone a nuestros hijos.
No grita y no es que no tenga bronca o que no tenga carácter, es una mujer autosuficiente, que sabe lo que quiere y es dulce y suave y también apasionada, tiene tantas virtud