Layla
Siento frio, un frío que no puedo describir, quiero abrir mis ojos y no puedo.
Me siento pesada, me siento cansada.
Estoy llorando siento las lágrimas mojar mis mejillas.
Quiero huir pero mi cuerpo no reacciona, quiero gritar pero mi boca no suelta ningún sonido.
Y lo que más me asusta son las imágenes que pensé que ya no estaban en mi mente.
Fragmento de momentos que no quiero volver a revivir. Momentos en dónde me rompí hasta volverme la persona irreparable que soy.
Me veo de pequeña. Y me duele.
Voy caminando por el pasillo una niña de apenas 3 añitos, doy saltitos buscando a mi papá, quiero enseñarle el dibujo que hice con mi mamá, aunque ella me dice que es mi Nana, yo la veo como mi mamá, yo no conocí la mía y todos tienen mamá, así que yo también y la elegí a ella por qué es buena, y me cuenta cuentos para dormir.
Busco por toda la casa hasta que lo encuentro en su despacho, así que empujó la puerta con mis pequeñas manos.
Cuando lo veo corro hasta el.
— Papaaaaaa! Mira