Morena parecía completamente eufórica.
No. Corrijo.
Estaba completamente eufórica. Miraba hacia todos lados y casi no pestañeaba.
—Creí que no era la primera vez que ibas a una carrera clandestina —le digo. Ella me mira sonriendo.
—No, pero aquí son como en la película, allá es diferente, más flaite, más cuídate o terminas apuñalado.
—¿Qué? —pregunto horrorizado al pensar que ella ha estado en lugares así a punto, quizás, de ser apuñalada.
Ella mueve su mano quitándole importancia.
—Cosas que pasan en Chile.
Muevo la cabeza y voy a decir algo pero mi celular vibra con una mensaje de Ethan.
Noah está allí, ahora está corriendo pero luego se acercara a ustedes.
Entendido.
—Noah está aquí, luego vendrá hacia nosotros —le digo.
Unos tipos pasan frente a nosotros y le dan una mirada hambrienta a mi chica, ella no se da cuenta porque está muy entretenida mirando la carrera que está ocurriendo frente a nosotros. La pego más a mí y ellos llevan su vista hacia mí que los miro con una expresión