Todos guardaron silencio un momento, procesando las palabras de Amelia. Dylan fue el primero en romper el silencio.
- ¿Nueva York? ¿Pero tu familia está aquí, en Charleston? - preguntó, confuso. - Ya se ha acabado, nadie volverá a hacerte daño.
- Sé que es difícil de entender, pero necesito empezar de nuevo. Necesito empezar de nuevo, lejos de todos los malos recuerdos que me trae esta ciudad. - respondió Amelia, mirando a cada uno de ellos con determinación. - Y yo ya estaba construyendo una vida allí.
El Sheriff suspiró y se acercó a su hija, cogiéndole la mano con cariño.
- Hija, sólo queremos tu bien. Si eso es lo que crees que es mejor para ti, entonces te apoyaremos. - dijo mirándola a los ojos.
Amelia sintió una mezcla de alivio y gratitud al escuchar las palabras de su padre. Sabía que no todo el mundo entendería su decisión, pero contar con el apoyo de su familia significaba mucho para ella.
- Gracias, papá. Significa mucho para mí contar con tu apoyo. Te prometo que me cuida