*PARÍS, CAPITAL de Francia.
JESÚS
El barco por fin había llegado a aguas francesas. No tomó mucho tiempo abordar y comenzar bajar del barco. El cochero subió todo el equipaje a la diligencia y nos llevó rumbo al hotel.
—Es preciosa esta ciudad. —miré a Nicolle, ella estaba embelesada con todas las calles de París. — ¿Podríamos ver algunos lugares antes de ir al hotel?
Era una niña toda emocionada por conocer lo desconocido. Nicolle no había cambiado, me hacía gracia recordar a la niña curiosa que vino a mi ayuda por haber arruinado un documento de su padre.
—Primero nos instalaremos en el hotel y te prometo que te llevaré a conocer los lugares más emblemáticos de esta ciudad.
— ¡Gracias Mon coeur!
La diligencia nos trajo frente a la opulenta entrada del famoso hotel “Le Meurice". Le hace honor al prestigio que recibe, quise buscar el mejor hospedaje para Nicolle y para mí, y Le Meurice me pareció el más adecuado.
Además que está ubicado entre la Plaza de la Concordia y el Museo L