Capítulo 812
Ella solo podía pertenecerle a él.

***

Habían pasado siete días y Andrés había estado siempre al lado de Luna. Acostado junto a ella, la abraza con sumo cuidado, tocándola con una exquisita delicadeza para no lastimarla.

En realidad, Andrés nunca imaginó que Luna se alejaría de él algún día. En el pasado, sin ningún poder ni prestigio, no podía darle lo mejor. Ahora que lo tenía todo, podría darle en bandeja todo lo que ella quisiera. Sin embargo…

En la oscura y sombría habitación, Andrés, con los ojos muy cerrados, hundido en su cuello, le susurró con suavidad:

—Al principio, debí ser más duro. Si nunca hubieras conocido a otro, solo serás mía para siempre...

A las 12 de la madrugada, Leonardo regresó al consultorio muy exhausto. Al ver la luz filtrándose por la puerta entreabierta, su cansancio se desvaneció de inmediato y aumentó su alerta al máximo.

Entró a la habitación y vio a Ada acostada muy cómoda en el sofá, dormida. Su estado de alerta desapareció al instante.

Ada dormía pl
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