Capítulo 811
Luna no sabía realmente cuánto tiempo había estado inconsciente, pero cada vez que despertaba, podía escuchar a alguien muy cariñoso hablándole al oído. Ella sabía muy bien que era la voz de Andrés, y sin abrir los ojos, podía imaginarlo. Andrés se quedaba a su lado cuidándola y repetía las mismas cosas día tras día: lavándola con agua tibia, peinándola cuidadosamente y cambiándole a ropa limpia.

Leonardo entró desde afuera y vio a Andrés, quien parecía estar perdiendo por completo la razón. Con voz vacilante, le dijo:

—Te he dicho muy claramente los riesgos de la cirugía. Una semana después de que despierte, podrá someterse a la cirugía. Tienes que… prepararte mentalmente para eso.

—Ella estará bien para siempre. No le pasará nada… —murmuró el hombre mirando muy aturdido a la joven en la cama.

Desde que regresó de la frontera marítima, había llevado tres días sin lograr dormir. Seguía vistiendo la misma ropa de antes, su cabello estaba realmente revuelto y sus ojos llenos de venas roj
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App