Capítulo 338
Gabriel llevaba una camisa gris, con chaleco por encima y sosteniendo una chaqueta en la mano. Su mirada mostraba fatiga, como si no hubiera descansado bien la noche anterior.

Al ver a Luna aún desayunando, Gabriel se sorprendió. Normalmente a esa hora ya se habría ido a la preparatoria.

Luna saludó a Gabriel:

—¡Buenos días!

Gabriel respondió:

—Buenos días. ¿Por qué aún no te has ido a la preparatoria?

Luna dijo con indiferencia:

—Olvidé cargar el teléfono, la alarma no sonó, así que me levanté tarde. Pero no te preocupes, ya pedí permiso al profesor.

—¿Quieres desayunar? La avena de hoy está bastante buena.

Gabriel miró la hora en su muñeca:

—Dale. —Colocó su chaqueta sobre el respaldo de la silla y se sentó.

Después de desayunar, Gabriel llevó a Luna a la preparatoria en su coche.

En este momento, justo a tiempo para la primera clase.

Gabriel se acercó y ayudó a desabrochar el cinturón de seguridad de Luna.

—Gracias.

—¿El horario de salida es el mismo de siempre? ¿Necesitas que venga
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