Terminaron de comer y ya eran casi las cuatro cuando regresaron.
Justo en ese momento, el auto privado de la familia Sánchez llegó para llevarla de vuelta. Luna se sentó en el auto y su teléfono vibró en el bolsillo.
Era un mensaje de Gabriel.
Gabriel: Últimamente el clima ha estado un poco más frio. Recuerda abrigarte más. ¿Necesitas que le pida a Adolfo que te traiga una otra manta esta noche?
Luna miró el mensaje y respondió: No es necesario, no hace tanto frío.
Después de enviar el mensaje, Gabriel no respondió.
Luna le envió otro mensaje: Terminé la escuela, así que me voy a casa ahora.
Gabriel: ¿Por qué tan temprano hoy? Voy a enviar al chofer para que te recoja.
Luna: Sí, acabo de recibir mis libros, ya terminé los exámenes y salí de la prepa. Hay me encontré con Sergio y comió juntos.
La mirada de Gabriel fija en la pantalla del teléfono se volvió más profunda, y respondió con una palabra: Bien.
Tengo una reunión, nos vemos esta noche.
Luna: Está bien.
Luna fue directo a la cas