Capítulo 301
Luna pensó, que no terminarían tan rápido, así que bajó a buscar algo de comer, sin esperar encontrarse con semejante situación.

Fingiendo no saber nada, dijo:

—¿Qué le sucede a Isabel? La vi subir apresuradamente hace un instante.

Andrés la miró fijamente, con una expresión sombría en su rostro:

—Eso no es asunto tuyo, y no preguntes más. No hace mucho tiempo que cenamos, ¿por qué tienes hambre de nuevo?

Ella dio un leve mordisco al pan:

—Simplemente tengo hambre. Voy a subir. —dijo Luna mientras daba un paso, pero Andrés se interpuso en su camino.

Luna se puso alerta y retrocedió al instante un paso:

—¿Qué pretendes hacer?

—Acompáñame al hospital.

—No voy a ir. —se negó rotundamente Luna.

Andrés miró a Luna, que estaba encogida a un lado, frunciendo el ceño. Agarró muy fuerte su mano y la llevó fuera de la casa.

Hasta llegar a la sala.

Luna casi dejó caer la leche que tenía en las manos:

—Deja de ser tan brusco. ¡Casi se me cae la leche!

—Bébela entonces en el coche.

Sin darle tiempo
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