—No estoy diciendo eso. —Jack pone la mano en la cintura—. ¿Quién te dijo que para asumir a un hijo hay que casarse con alguien? Eso es una ilusión de tu cabeza. No pienses que, aunque fuera mi hijo, me casaría contigo. Está totalmente descartado. Nunca, jamás, viviría en una casa con una mujer como tú. Ahora vienes aquí intentando darme el golpe del embarazo, pensando que soy un estúpido que no sabe de las cosas. Solo creería que ese niño es mío después de que hagas una prueba de ADN y demuestres que realmente es mi hijo. Y no vengas con exámenes de cualquier laboratorio que no conozca, porque haré varias contrapruebas hasta estar absolutamente seguro de si ese niño es mío o no. No pienses que haré la prueba de ADN en un solo laboratorio; la haremos en más de veinte, porque quiero tener la absoluta certeza. Si el resultado es positivo, que sea un positivo verdadero, porque conozco a gente de tu calaña y sé de lo que son capaces. Podrías pagar caro a un laboratorio para falsificar un