—¡Qué lástima! Para mí será terrible. —Beatriz baja la cabeza—. Vosotras os quedáis aquí disfrutando toda la semana, mientras yo estaré sola en casa, abandonada en un rincón, cuidando de la casa y de los niños, como siempre. Qué aburrimiento, es horrible. Creo que Jack debería haber comprado una casa cerca de la mía. Así podríamos estar más tiempo juntos. —Jack aparece en el comedor acompañado de Benicio, quien saluda a todos.
—¿Qué es esto, querido? No me creo que te hayas avergonzado de nosotros, que somos tu familia. Esa chica salió de mí, es mi hija. Así que yo debería ser la que siente vergüenza por las cosas que hace, y aun así no estoy ni un poco avergonzada. ¿Por qué lo estarías tú, querido? Esto es normal en todas las familias, no seremos ni los primeros ni los últimos. Incluso con algunos ridículos, debes darte cuenta de que estamos solo entre nosotros. Si hubiera más gente, ya me habría callado. Realmente, Beatriz habría ido demasiado lejos. Pero solo entre familia, no veo