Punto de vista de Serena
Apenas llegamos a casa de Bill, no esperé que el auto se detuviera por completo antes de bajarme y correr hacia la puerta. Bill debió estar esperándonos porque la puerta se abrió justo cuando llegaba. Se veía tenso, con la mandíbula apretada, y noté que estaba tan ansioso como yo.
—Vinimos tan pronto como vi el mensaje de Javier —dijo, mirándonos alternativamente.
—Entonces no perdamos tiempo —respondió Javier, pasando junto a nosotros hacia la sala. Bill y yo lo seguimos, y me senté al borde del sofá, con las manos apretadas sobre mis piernas.
Javier sacó su laptop y la puso sobre la mesa, respirando hondo antes de hablar.
—Después de seguir algunas pistas, logré ubicar a Enrique Donel —comenzó, con voz calmada pero seria—. Resulta que no es muy cuidadoso para esconderse. Está en Los Ángeles, y tuve suerte de captarlo en algunas cámaras de seguridad.
Sentí que Bill se tensaba a mi lado, y no pude evitar inclinarme hacia adelante, pendiente de cada palabra.
—¿