Punto de vista de Bill

Después de la clase de yoga, Serena y yo decidimos parar por un helado. Caminamos por la calle, tomados de la mano, disfrutando del fresco aire nocturno.

Se sentía como una cita normal, algo que no habíamos tenido en mucho tiempo.

Encontramos una pequeña heladería con un acogedor espacio para sentarse al aire libre, el lugar estaba casi vacío, además, tenía un ambiente cálido y acogedor. Las paredes estaban pintadas con colores brillantes, y el aroma de los conos de barquilla recién hechos impregnaba el aire.

—¿Qué sabor vas a pedir? —Preguntó Serena mientras nos acercábamos al mostrador.

—Estoy pensando en galleta con trocitos de chocolate —respondí, echando un vistazo al menú—. ¿Y tú?

—Menta con trocitos de chocolate —dijo con una sonrisa—. Es mi...

—Tu favorito —sonreí mientras terminaba su frase—. Lo sé.

Hicimos nuestros pedidos y nos sentamos afuera, disfrutando de la suave brisa. El rostro de Serena se iluminó cuando dio su primer bocado de helado, y no pud