Punto de vista de Bill
Sarah y Kevin asintieron.
Sarah dijo. —Nos encargaremos de esto, Bill. Hagámoslo realidad.
Sabía que rehacer toda la presentación llevaría tiempo, así que me alegró que ambos estuvieran allí para ayudar.
De repente, el teléfono de Kevin vibró sobre la mesa. Miró la pantalla, luego me dirigió una mirada de disculpa. —Lo siento, Sr. Richardson, tengo que atender esta llamada. Es urgente.
Apreté los dientes, pero logré asentir. —Que sea rápido, Kevin.
Kevin salió, dejándonos a Sarah y a mí para enfrentar la enorme tarea.
Me volví hacia Sarah, quien ya estaba sumergida en sus notas.
—Bien —dije, abriendo una plantilla de presentación en blanco—. Pongámonos a trabajar porque no tenemos mucho tiempo.
Trabajamos codo a codo, con el reloj avanzando implacablemente. La eficiencia de Sarah era increíble, y su presencia tranquila ayudaba a mantener bajo control mi creciente ansiedad. Diapositiva tras diapositiva, la presentación comenzó a tomar forma nuevamente.
Los minu