Punto de vista de Serena

—¿Serena? —Preguntó Tayra, frunciendo el ceño mientras su sonrisa se desvanecía ligeramente. Se inclinó hacia mí, sus ojos escudriñaron los míos con preocupación.

Mi mente quedó completamente en blanco, solo permanecí sentada ahí, mirándola fijamente.

Tayra se acercó y tocó suavemente mi brazo.

—Oye, está bien —dijo en voz baja, luego miró al equipo—. Muy bien, todos, tomemos un pequeño descanso.

Los miembros del equipo asintieron y comenzaron a alejarse, dándonos espacio. Tayra volvió a mirarme. —Tómate unos minutos para respirar y comenzaremos de nuevo cuando estés lista.

Me levanté y salí del estudio, buscando un lugar tranquilo para calmarme. Encontré un rincón en el pasillo, lejos del bullicio.

Las paredes estaban decoradas con fotografías enmarcadas de entrevistas anteriores. Dios, cómo deseaba ser tan segura como los otros invitados de Tayra.

Apreté los puños, sintiendo la frustración burbujeando dentro de mí; había practicado cómo responder, una y otra