Punto de vista de Serena
La maquilladora aplicó un poco de iluminador en mis pómulos, haciéndolos resaltar bajo las intensas luces. Me quedé quieta, tratando de asimilarlo todo porque el estudio de Tayra era algo sacado directamente de Hollywood. Había grandes cámaras profesionales sobre rieles, enormes luces colgando del techo y un fondo que cambiaba de color con solo presionar un botón. Dondequiera que miraba, había algo glamuroso y de alta tecnología.
Las paredes estaban decoradas con elegantes acentos negros y dorados, había un área de tocador con enormes espejos rodeados de bombillas, justo como en las películas. Los monitores mostraban diferentes ángulos de cámara, y había un equipo moviéndose de un lado a otro, instalando equipos y ajustando cosas. Se sentía surrealista estar allí.
—Casi termino. —Dijo la maquilladora, sonriendo mientras retrocedía para admirar su trabajo.
Me volteé para mirar mi reflejo en el espejo y me quedé sorprendida. El maquillaje era impecable: mi piel t