Perspectiva de Bill
El motor rugía mientras aceleraba en la pista, con el velocímetro subiendo rápidamente. Me dolían las manos por apretar el volante con demasiada fuerza. La venda en mis nudillos me recordaba el momento en que golpeé la pared después de ver a Serena con Calvin. Pisé el acelerador a fondo, convirtiendo el mundo exterior en una mancha borrosa. El rugido del motor bloqueaba mis pensamientos furiosos. En ese momento, no me importaba nada más.
Aplasté el pedal del acelerador y el coche saltó hacia adelante, presionándome contra el asiento. Atravesé las curvas a toda velocidad, con los neumáticos chirriando. Con cada vuelta, mi ira se transformaba en movimientos precisos.
Sabía que esa no era la mejor manera de manejar las cosas, especialmente porque iba a ser padre. Necesitaba mejores formas de controlar mi ira, había opciones más seguras, pero por el momento, eso era lo que funcionaba para mí. La descarga de adrenalina, la concentración... me despejaba la mente.
Después