Claire se sentía furiosa con el duque y sobre todo con ella misma por permitirle que tuviera el poder de lastimarla. Se sintió ofendida al verlo paseando con lady Vanessa, cuando hace apenas una semana le había propuesto matrimonio y ni siquiera la había buscado al regresar.
¿Acaso sus prioridades habían cambiado? ¿Tanto lo había ofendido en su última entrevista?
Estaba tan disgustada que ni siquiera pudo pasar bocado en el almuerzo y se encerró en su habitación toda la tarde, esperando a que anunciaran la presencia de su excelencia en Devon House, y que este explicara sus motivos para no haberse tomado la molestia de presentarle sus respetos en el parque.
Lo que más le dolió fue la burda deducción de algunas damas, a quienes tuvo que saludar cuando se dirigía a los portones de Hyde Park en compañía de Alexander. No perdieron la oportunidad de mencionar que Lancaster la había ignorado y que, ni bien regresó a la ciudad, fue a la residencia de los Craven para cerrar un trato que tal ve