— ¿Te irás? — Madison se levantó de la cama haciendo un último esfuerzo por lograr que su plan fuera completo.
— Tengo una emergencia, no puedo retrasarme más en New York — él contestó a secas.
— ¿Podríamos vernos en otra ocasión y tal vez terminar lo que comenzamos aquí, ¿No crees?
Connor terminó de hacer la maleta en tiempo récord y se giró para despedirse de Madison.
— Lo siento, Mady, ya te lo dije, esto nunca debió pasar, lo lamento mucho… — Fue lo último que dijo mientras la pelirroja solo tenía una vista de su espalda alejándose por el pasillo mientras ella se quedaba encendida como una antorcha recostada a la cama, quemándose sola.
— ¡Esto no queda aquí, Connor! Te juro que esto es el comienzo de nuestra historia, ni el tiempo, ni la di