Beth continuaba con su pantomima. Si bien al principio se había mareado un poco, ahora estaba interpretando el papel a la perfección, no dejaría que la rubia protagonizara la noche ni lo que quedaba del resto de la vida de Connor, de manera que se abandonó en los brazos del galeno y mantuvo el cuerpo flácido y los ojos cerrados por largo rato aparentando haber perdido el conocimiento.
— ¡Doctor Evans! — Martha llegó con todo lo necesario para hidratar a Bethany
— Martha, ¿Por qué tardó tanto? — él preguntó quitándole todo de las manos.
La mujer parpadeó y luego habló con cuidado.
— Casi no pude creerle a Audrey cuando la vi — Dijo excusándose — No se suponía que ella estuviera otra vez en el hospital — Soltó al fin.
Connor la atravesó con la mirada.
— ¡