Audrey continuaba ayudando al equipo de paramédicos hasta dentro, acomodaron al paciente en una camilla y de inmediato el médico de urgencias y una enfermera lo conectaron a los equipos sin que la rubia dejara de bombear.
— ¿Audrey? — Connor soltó sin filtro al verla pegada de la camilla del paciente, haciendo el trabajo de la enfermera de urgencias como si se le fuera la vida en ello.
La otra mujer notó la expresión del galeno y se apresuró a retirar a la rubia del lugar para tomar su lugar y hacer su trabajo.
Audrey se dio la vuelta ignorando a Connor y caminó rápido fuera de su vista para irse, pero entonces él la tomó del brazo y la miró de una forma tan intensa que ella solo pudo congelarse en el sitio.
— ¡Espera! No te vayas, por favor, déjame atender este caso y hablaremos — Casi le rogó.
Ella apenas pudo asentir con la mirada, notando que la situación de salud del pobre hombre en el cubículo empeoraba y el médico tratante perdía tiempo con ella.
— Ve, yo te esperaré en l