Beth estaba esperando el momento exacto para actuar. Tan pronto el enorme cuerpo de John ocultó a la delgada y estilizada figura de la rubia envolviéndola con sus fornidos brazos y besándola ardientemente, se paró justo frente a Connor haciendo de cuenta que no tenía idea de lo que él estaba viendo.
—¿Connor, estás bien? — le preguntó cortándole la visibilidad hacia la puerta de cristal y viceversa.
La mirada triste de Connor cayó al suelo, ya había visto suficiente mientras negaba con la cabeza.
—No, no me siento bien, ¿Puedes llamar de nuevo al chofer? Necesito irme ya a casa — pidió con voz apagada.
—¿Y Audrey? — Metió ella el dedo justo en la llaga supurante — ¿No vamos a esperarla? Seguramente estará muy preocupada por ti si no va con nosotros, Connor... — Completó la fras