Las redes sociales eran una tormenta desatada.
En cada rincón del internet, la noticia estallaba como dinamita: "Demian Thompson pasa la noche con su exesposa", "¿Infidelidad o reconciliación?", "¿Qué dirá Mariam, su actual esposa?". Los titulares eran venenosos. Las imágenes no dejaban espacio para la duda, y los comentarios eran aún peores.
"Siempre fue evidente que no la amaba."
"Pobre chica, lo engañaron como a una tonta."
"Claudia siempre fue la oficial, la otra fue solo una sombra."
Las notificaciones se acumulaban en el celular de Mariam, cada una con más crueldad que la anterior. Comentarios despiadados, burlas, insultos velados, supuestas verdades lanzadas por desconocidos. Y todo eso, mientras caminaba por los pasillos del edificio fingiendo que no pasaba nada.
Pero por dentro, era una tormenta de dolor.
Sus pasos la llevaron hasta la sala de descanso. Empujó la puerta sin pensar y, una vez adentro, dejó que su cuerpo se desplomara con la espalda contra la pared. La respirac