Mundo de ficçãoIniciar sessão—¿Camelia? ¿Cómo se encuentra Adrien? —su voz era baja, áspera.
El hombre preguntó con una seriedad casi sepulcral, no es que estuviese enojado o algo por el estilo, ni siquiera yo podía entender porque me resultaba tan aterrador. Bueno si, me recordaba al comportamiento de Adrien en la mañana, cuando se enfrentó contra mi abusivo exjefe y su expresión era más fría que un témpano de hielo. Esa calma que suele preceder a una tormenta.
—Está descansando —contesté, apurando mi paso para alejarme de él—. Hasta luego.
—¿Él sabe que estás sola? Estas zonas pueden llegar ser peligrosas para una mujer sola, en especial a esta hora —añadió, con una mirada que parecía diseccionar mis pensamientos, la desconfianza teñí







