Días más tarde, llegó correspondencia al departamento de Lyra y Kael. Fue Samuel quien la recibió: un sobre peculiar, sellado con el emblema de un lobo en relieve.
—¿Qué es esto? —preguntó con curiosidad.
—A ver, préstamelo —dijo Lyra, extendiendo la mano. El niño se lo entregó, y al abrirlo, extrajo una carta escrita en papel pergamino. Se trataba de una invitación formal de parte de Ferrer para un evento empresarial exclusivo, organizado por y para compañías de licántropos. La celebración sería dentro de tres días.
—¿Qué era ese sobre, Lyra? —preguntó Kael desde su sillón, mientras ella se sentaba a su lado.
—Es una invitación de Ferrer. Quiere que asistamos a una fiesta empresarial importante del sector.
—Perfecto. Iremos contigo —afirmó Kael con naturalidad.
—¿Iremos? No entiendo... —respondió Lyra, algo desconcertada.
—Sí. Los niños y yo seremos tus acompañantes —sonrió él, y antes de que ella pudiera replicar, los pequeños celebraron emocionados.
El día del evento, llegaron todo