Mujer prohibida: 27. Flores, chocolates y postres
Y así fue…
Durante los primeros días, se convirtió en un acosador en potencia. Flores, chocolates y postres de sus sabores favoritos. Todos los días, cada mañana, era lo primero que Mía descubría en su puerta. Cada detalle acompañado por pequeñas notas de perdón, amor y súplica.
Le fue imposible no poner las flores en agua, tampoco olerlas con ilusión. Los chocolates se habían vuelto el aperitivo favorito del pequeño en su vientre y los postres los suyos.
Por supuesto, se cansó de enviarle mensajes pidiéndole que parara, pero Cristóbal estaba dispuesto a cualquier cosa con ella, menos a ceder, así que para las dos semanas siguientes Mía no sabía qué hacer con tantas flores en su casa, así que comenzó a obsequiar muchas de ellas. Las demás las conservaba.
Motivado, pues las flores y los chocolates no estaban dando del todo resultados, decidió dar el siguiente paso. La esperó afuera de una de sus clases de su maternidad, tomándola por verdadera sorpresa.
— Cristóbal, ¿qué haces aquí? ¿Es