Mujer prohibida: 25. Mia y Cristóbal se encuentran
Lo compartió todo con su padre y Matías. Estos lo apoyaron en cuanto a las decisiones que estaría por tomar. Primero, enfrentaría a Lucrecia con la evidencia que tenía en su poder, y segundo, buscaría a Mía y le pediría perdón por haber tenido que hacer todo esto. Lo haría de rodillas, de ser necesarios, suplicaría, no le importaba.
No le importaba nada, salvo tenerla a ella y a su hijo de regreso.
Lo arregló todo, y esa misma noche, tomó un vuelo a España, llegando al día siguiente a su encuentro. La tomó por sorpresa. Estaba en una reunión importante en su empresa. Era una CEO de armas tomar, la heredera del legado que habían construido sus padres y que casi lo perdía todo, de no haber sido por él.
Entró a la sala con la arrogancia que lo caracterizaba, pidiendo hablar por ella. No iba a moverse de allí. Lucrecia aceptó, ordenando a todos que se retiraran.
Cristóbal no se fue con rodeos y le restregó en sus caras absolutamente todo. Desde la evidencia de la interrupción de su embaraz