42. Cristóbal confirma que Amelia lo sigue amando
— ¡Mami! ¡Mami! — la preocupada voz del pequeño Cristóbal llegó a los oídos de su padre antes de abandonar la mansión, y cuando el CEO alzó el rostro, buscando el motivo de sus gritos de angustia, sus ojos se abrieron.
— ¡Amelia! — gritó a los pies de las escaleras, mientras sorteaba los escalones en grandes zancadas hasta llegar a ella. Se arrodilló a su lado — Amelia, Amelia... — llamó, palmeando su rostro con delicadeza y preocupación.
— ¿Qué tiene mi mami? — preguntó el niño, resollando.
— No lo sé, la llevaremos a la habitación, ¿de acuerdo? Ayúdame tomando su mano — le pidió Cristóbal al niño. Entonces tomó el cuerpo de su amada y lo pegó contra el suyo, mientras el hijo de ambos tomaba la mano cálida de su madre y no la soltaba hasta llegar a la habitación.
La recostó sobre la cama.
Brazilia entró en seguida. Lo había presenciado todo al salir de la cocina.
— Dios, Cristóbal. ¿Qué pasó? — preguntó con terror. Esa muchacha ya le había dado un par de sustos la última semana.
— Se